“Haciendo daño rico": Manualito elegante de tortura
SERGIO MÁRQUEZ
Fascículo 1º
EUCARISTÍA DE ESPINAS
Una (1) docena (12) de rosas de tallo largo (lo más largo posible, que no se las corten en la floristería), bien espinosas y de preferencia pertenecientes a la variedad "Príncipe Negro".
250 c.c de Cuerno de ciervo con Creolina.
Un (1) disco de acetato de Paloma San Basilio.
Un (1) carrete de alambre de púas.
Una (1) estopa.
Y no olviden amiguitos: …Al que tortura, Dios lo ayuda…
Manual por entregas, que le permitirá practicar a cualquiera, y sobre cualquiera, en la comodidad de su sótano u hogar, los más viciosos y sofisticados rituales de la tortura poética de altos vuelos, hasta llegar a convertirse en un verdadero maestro del terror controlado.
Fascículo 1º
EUCARISTÍA DE ESPINAS
Una (1) docena (12) de rosas de tallo largo (lo más largo posible, que no se las corten en la floristería), bien espinosas y de preferencia pertenecientes a la variedad "Príncipe Negro".
250 c.c de Cuerno de ciervo con Creolina.
Un (1) disco de acetato de Paloma San Basilio.
Un (1) carrete de alambre de púas.
Una (1) estopa.
Ante todo, no debemos olvidar que este, aunque olvidado y vilipendiado, es un arte oscuro, y como tal, se hace necesario invocar sus ritos en tanto mecanismos depurativos del Universo. Para lograr la gloriosa disminución física y psico-espiritual, debe comenzarse por colocar como telón de fondo los agudos estertores de Paloma San Basilio, a todo volumen y por espacio de una hora. Al mismo tiempo, se procede a enrollar al sujeto desnudo, maniatado y con el estómago vacío por espacio de 48 horas, en el alambre de púas más filoso que pueda encontrarse, cuidando de no dejar resquicios a través de los cuales puedan observarse pedazos de piel. Solo se dejarán libres la boca, la nariz y los ojos (si se desea lograr la excelencia, puede afeitársele la cabeza, para así cubrirlo en su totalidad) Una vez ablandado el sujeto y preparadas las rosas, se le da vuelta al disco y se procede a introducir, una por una y con la pasmosa lentitud que amerita al odio, las doce rosas por su boca y hasta su garganta. Cuidando de no provocar el vómito, deben lacerarse lo más posible los tejidos esofágicos que los dardos espinosos encuentren en su recorrido y procurar igualmente el desgarro de la úvula en el trayecto. No lo olvides: haz de las espinas tus anzuelos en esta pesca de arrastre del suplicio. Si en algún momento del trance, el sujeto perdiera por causalidad el conocimiento (...Dios no lo permita...) se embebe la estopa en abundante cuerno de ciervo con creolina y se aplica sobre sus ojos y nariz para que la humillación no termine jamás… (La resurrección es el último de los martirios).
Si se desea, puede considerarse esta manipulación como una aproximación deconstructiva a ciertos elementos del "vía crucis" crístico, evidenciados en principio, por la corona de espinas siendo digerida en su estado primigenio (piénsese en esto: los estigmas vendrían a ser entonces internos, y por tanto invisibles al ojo humano...) Este hecho suplanta la significación de la corona como blasón de una "realeza del sufrimiento" y lo sustituye por el emblema del "fagocitador del pecado", exento en este caso de la capacidad redentora que tradicionalmente lleva consigo. La verticalidad del tallo espinado replantea las circunvoluciones del padecimiento original (representadas en la corona) y transforma la tiara enroscada sobre si misma en lanza unidireccional o en múltiple vector del miedo. La voz de Paloma San Basilio (cuyo nombre, por asociación criptozoológica, vendría a representar al Espíritu Santo) puede oírse como la de las plañideras que gritan a los pies del martirizado, y la estopa, la creolina y el cuerno de ciervo serían agrias manifestaciones de la esponja y el vinagre. El alambre de púas, evidentemente, retoma la connotación del Santo Sudario, esta vez como mortaja metálica, convertido ahora en la "prisión-crisálida" que imposibilitaría la estratagema de la resurrección, e inclusive, el alivio de la metamorfosis. Por último, y como si no fuera suficiente alegoría, creo que se manifiesta con suficiente claridad quien ocupa, en la representación antes descrita, el papel de "Deus ex machina": Todopoderoso, Ubicuo y Omnipresente.
Y no olviden amiguitos: …Al que tortura, Dios lo ayuda…
6 Comments:
Colgar al sujeto por los pies resolvería el molesto inconveniente de la pérdida del conocimiento, al aumentar el flujo de sangre a su cerebro, y de paso refuerza la alegoría larva/crisálida/metamorfosis interruptus.
el doctor adalberto gorrochotegui se sentiria a gusto intercambiando pareceres con usted. salud doctor muerte. en la gente bella rules!
a joaquin lo vieron asesorando al confesor del padre piñango. el doctor gorrochetegui se comió al actor y ahora a joaquin lo busca grissom
Dr Muerte su nombre sera vengado, la hojilla copia burdamente a la al shós de la gente bella sin pena ni gracia...solo gente bella salva!
cuando se tortura pocas son las gracias que te da la socieda
Muy lindo texto! Me gustó mucho esto: "La resurrección es el último de los martirios".
Un gusto leerlo!
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